“Los seres humanos le temen a lo desconocido, por ello
condenan a quien no es igual a ellos”
En el periodo Heian [1] vivía un
pequeño niño el cual felizmente tomaba de la mano a su madre, una
mujer amable, que sonreía con avidez al rostro de su querido hijo, sus
enseñanzas memorables, una mujer llena de nobleza, siempre sonriendo a
pesar de los malos días que llegaban a pasar en una ciudad que poco
a poco se consumía así misma.
El hambre era latente entre los pueblerinos, la pobreza a veces daba
para un poco de arroz y para sobrevivir Asanoha se dedicaba
pescar junto con su hijo, pues sin Asaha Douji era fruto de un
desliz de algún hombre el cual jamás fue mencionado desde su nacimiento.
Sí, el pobre infante ya era juzgado por ser fruto de la
pasión de dos jóvenes, su madre por su parte se había enamorado, pero aquel
hombre le había dado una identidad falsa y la había abandonado ya preñada, un
niño sin padre solo se critica a la madre por no permanecer en castidad
hasta llegar al altar. Pero poco importaba, mientras ella miraba con
cariño a su hijo.
-
¡Mamá!
¡mamá! ¿por qué mi padre no está con nosotros?- el pequeño de cabello largo y negro miraba expectante a su madre.
-
Tu
padre…- ella no quería mentirle pero tampoco herirle.
-
¿Es
cierto lo que dicen de él mamá? -
volteo a verle con los ojos un
poco llorosos.
-
¿Qué
dicen de él Asaha-kun? – se agacho
frente a él.
-
Que
papá te abandonó y no sabes su paradero
y que…- una suave mano tocaba su mejilla limpiando las lágrimas.
-
No es
suficiente como mi amor – sonrió
dulcemente.
-
Lo
siento mamá – se acercó al pecho de ella para abrazarle.
Desde aquella vez jamás volvió a preguntar sobre su padre, pero
los días eran cada vez más devastadores, su madre no conseguía trabajo en
ningún lado, debido a lo que se decía
en el pueblo de ella.
-
Mamá
tengo hambre - renegó el pequeño Asaha con los ojos cristalinos debido al
dolor que sentía en su abdomen.
-
Ven
Asaha-kun – le tomó de la mano para
llevarlo a las afueras del pueblo.
Pasaron por el pequeño bosque que lo llevaba hacia la casa, pero
su madre se desvió del camino y tras
caminar un largo tiempo encontraron aquel río que era suministro de agua para
los pueblerinos. Asanoha amarró sus mangas hacia arriba y levanto su kimono
hasta las rodillas, se metió al río y
comenzó a buscar peces, los cuales fue
atrapando poco a poco, siendo solo dos. Prendió fuego con
dos rocas y comenzó a asarlo, el más
grande se lo dio a su hijo, dejando el
suyo a merced del fuego esperando a que termine de cocinarse.
-
Ves
todo esto Asaha-kun – movió su mano dando alusión al lugar donde se encontraban – la madre
naturaleza es sabia, nos da un lugar maravilloso y si lo apreciamos podemos
sobrevivir - volteo directo hacia su hijo – por eso debemos agradecerle
cada alimento que nos da, como ese
pequeño pescado que dio su vida para que pudieras tu sobrevivir - sonrió amable.
-
Claro
mamá – el pequeño miro hacia el lago y puso el pescado frente al suyo – gracias
por estos alimentos – dijo en una única frase conocida como (Itadakimasu)
siguió comiendo.
La madre lo imito, para luego comenzar a comer, el pequeño había
terminado, pero aún tenía hambre, por lo que la madre le dio lo que quedaba de
su pequeño pescado.
-
Gracias
por lo que he comido - Asahana cerró los
ojos en son de paz, diciéndolo en una sola frase (Gochisou sama deshita).
Ella aún tenía hambre pero
al ver a su hijo aun hambriento y
escuchar su estómago rugir, prefiero
dárselo a él, para al terminar, el pequeño Asaha imitará la frase de su madre
al terminar.
-
Es
hora de irnos - se levantó ella para
llevar a su pequeño hijo.
-
Podríamos
llevar más pescados…- insistió el pequeño.
-
No
podemos Asaha-kun – volteo a verle – no
debemos quitarle a la naturaleza más de lo que podemos dar - tomo la mano
de su pequeño.
-
Pero
madre es por si nos da hambre – el niño
no comprendía a su madre.
-
Y si
al final se termina desperdiciando ¿no
sería cruel? – sus ojos mostraban seriedad – si hambre volvemos a tener,
si es necesario, venimos por el regalo de la naturaleza, si no es así –
podemos desistir de asesinar a en vano a otro ser vivo.
Desde ese momento entendió el
valor de la vida de los demás, el
respeto a la naturaleza y su
unión a ella, pero aquel joven no
lograba comprender la maldad humana, una mujer que solo dedicaba gestos
amables, inclusive daba de su propia comida a quien lo necesitaba aunque ella
quedaba sin comer ese día, era juzgada ahora no solo por tener un hijo sin
padre, sino, por haberla escuchado hablar sola, aunque el infante lo había
visto, si no fuera por aquel ser diminuto su madre aún seguiría con vida.
-
Mamá
¿Qué es eso? - Asaha también podía ver a
los pequeños Youkai [2] que su madre ayudaba, seres que pertenecían
a la madre naturaleza.
-
Son amigos míos – puso un dedo sobre sus propios labios – pero es un
secreto - sonrió amablemente –
veras ellos son parte de la madre naturaleza también así que debemos respeto –
inclino su cabeza ante aquel ser que tenía la figura de un pez.
No podía comprender ese hecho, una mujer tan noble como su madre,
lo era inclusive con aquellos seres considerados Youkai [2] Realmente
no eran considerado malvados por su madre, aunque algunos sí peligrosos, para
Asanoha todo ser de cualquiera de los dos mundo tenía que ser tratado
con respeto y amabilidad.
Desde ese día, desde el día en que su madre había sido sacrificada
por hablar con espíritus, por aquel monje llamado Densen había desatado un
exterminio con aquellos que podían ser demonios y para ellos, todo aquel
que hable solo podía ser uno.
Fue así como su madre fue asesinada siendo quemada junto con la
casa donde vivían, para ser purificada, en
el pueblo se decía que ella era
un Youkai [2] zorro que atraía desgracias, pero los
recuerdos de su madre eran distintos. Él siguió vagando sin rumbo esperando el
día de su muerte, sobreviviendo por sí solo, pues todos le temían al ser
hijo de un Youkai [2] zorro. Al inicio no importaba mucho,
simplemente le excluyeron de la sociedad, el quedo en total soledad sin
ayuda a un pequeño e indefenso, pero poco a poco salió
de ello por sí solo, el problema vino cuando uno de los niños mayores a
él se atrevió a gritarle “hijo del demonio lárgate de aquí” y
comenzó a tirarle piedras, cualquier persona del pueblo comenzó a
seguir aquello como si se tratase de una tradición sádica hacia un pequeño que
no comprendía lo que pasaba a su alrededor, a quien le arrebataron a su querida
madre, quien lo excluyeron y ahora terminaban por molestarle mientras él
seguía las enseñanzas de su madre, seguir siendo amable, simplemente ignorarlo.
Todo era culpa de esa pequeña criatura, si ese Ayakashi [3] no
hubiera hablado con su madre ella seguiría viva, desde ese entonces
comenzó a odiar todo aquello con la relación en lo espiritual. Para el
mismo, era hijo de un Youkai [2] zorro en ese
momento el odio a lo que le paso a su progenitora se dirigía hacia el
mismo y aquellos espíritus que solo daban mal augurio.
Así pasó su vida hasta conocer a su primer amigo, irónicamente un
Ayakashi [3] llamado Ohachiyo, su encuentro fue algo
impulsivo, Asaha pretendía ignorarlo, pero no pudo al darse cuenta que él
sabía lo que pensaba, pues aquel espíritu se dio cuenta que aquel infante podía
mirarlo.
-
Oye tú siempre estás solo - hablo un
pequeño Ayakashi [3] parecido
a un conejo - ¿tú puedes vernos? – se acercó
a él.
-
Yo no
he visto nada no oído nada - contestó el pequeño adolescente de
1 años.
-
¿Que
no me acabas de responder? - grito el
pequeño conejo.
-
Por
ustedes Youkai [2] fue que mi madre fue asesinada por los
demonios – le daba la espalda al pequeño
espíritu.
-
¿Cuál era el nombre de tu madre? - los ojos del pequeño ser no apartaba la mirada de la espalda de aquel
niño.
-
El
nombre de mi madre es Asanoha Douji, mi nombre viene de ella Asaha Douji – su
voz era cortante y distante al diminuto ser que le seguía.
-
Asaha
y Asanoha son nombres confusos – menciono
entre risas aquel ser - ¿Por qué
no te cambiar el nombre a Mappa Douji? –
comento curioso.
-
No
importa ese nombre no existirá más –
seguía sin mirarle.
-
Interesante,
no te atas a tu nombre ni le temes a los demonios ¿Quién eres? - el pequeño
estaba intrigado.
-
Mappa
Douji el demonio mata humanos – se dijo así mismo como una reprimenda a recordar lo de su
madre.
-
¡Hijo de un
demonio!- exclamó con ironía – para mí solo eres un simple humano – seguía al
pequeño Mappa Douji.
-
¿Por
qué me sigues? – estaba cansado de esa
platica aquel hijo de humanos.
-
¿Por
qué no? – rio ante ello- de cualquier
manera no tenemos nada que hacer –
sonaba algo aburrido- además no hay
muchos humanos que puedan ver Youkai [2] - sonrió ante
ello.
-
Dicen
cosas sin sentido. La razón por la que
puedo hablar con Youkai [2] es porque soy hijo de uno – replicó con calma – así que decir que soy un humano…- las
palabras no terminaron de salir cuando Ohachiyo hablo.
-
Así
que te creíste esa mentira de que eres hijo
de una Youkai [2] zorro – puso sus manos atrás de
su propia nuca – bingo – sonrió divertido al ver la cara enojada de Mappa Douji
–bueno en estos días es algo muy normal
supongo – repuso al ver la cara del pequeño humano – todas las enfermedades y
pilas de muertos, todo lo malo en este
lugar algo debe ser culpado – prosiguió para dar su punto de vista al respecto – porque si dijeran que
fueron los seres humanos los culpables sería algo estúpido ¿no? – miro al
joven.
-
¿Qué estás tratando de decir? - Mappa
volteo a ver al pequeño Youkai [2].
-
Solo
digo no es como si nosotros los Youkai [2]
llegamos a hacer males, solo
venimos aquí porque pensábamos que era un lugar mejor – exclamo
tranquilamente aquel espíritu – solo
piénsalo – se adelantó al pequeño
despreocupadamente - ¿Por qué crees que las historias de ataques de
Youkai [2] nacen? – seguía con aquella serenidad
característica de su ser – así es porque
hay gente que puede vernos – siguió aquel paso lento frente al pequeño como si
aquello fuera una simple revelación – los humanos son unos cobardes, le temen a
todo aquello que no entienden, le da un
razón para sentirse aliviados, por eso es que asesinaron
a tu madre, porque podía ver y conversar con Youkai [2] y
pensaron que era una de nosotros
disfrazada – volteo aquel ser con una mirada penetrante – los Youkai [2] zorros
no pueden disfrazarse a sí mismos, si pudieran lo harían de algo mejor ¿no crees?-
seguía impaciente por ver la reacción
del pequeño.
El pequeño Asaha
comenzó a recordar aquellas veces
que fue torturado por ser hijo de un Youkai [2] zorro, los insultos, golpes, toda clase de maltratos
físicos y psicológicos de los cuales el huía, todo eso era por el miedo injustificado de la gente al temer a lo desconocido y no
poder comprender la veracidad de la realidad que hay más allá de sus narices
-
No
soy hijo de un Youkai [2] y no tengo sus poderes, ahora ¿cómo debo seguir? - aquello era duro para el pequeño Douji.
-
Por
supuesto que no solo eres un mocoso que
puede ver demonios – rio Ohachiyo – vamos a jugar – dijo divertido.
Fue en ese momento en que sus caminos se cruzaron que la
amistad había aflorado, aún el pequeño humano no confiaba mucho en él,
Ohachiyo hacía todo para darle cariño, enseñándole el arte de escribir y poder
leer, así como el Reishi [4] poco a poco eran más cercanos
hasta aquel día en que el niño se encontró con el asesino de su madre.
-
Ya
veo así
que por eso eliminas a todo quien
ve a los Youkai [2] para que nadie sepa la
existencia de ellos - grito Mappa enojado con su
arma tras leer la maquiavélica mente de Densen el
asesino de su madre.
No pudo controlar sus emociones y fusionando su alma con la
de su amigo terminó manchando sus manos con la sangre de aquel charlatán que no
tenía ningún poder divino, que se jactaba de tener el poder de los dioses de su
lado, mentiras que solo podían darse cuenta aquellos que verdaderamente tenían
poder espiritual.
Fue de esa manera que perdió un amigo, poco tiempo quedo para
despedirse y desaparecer su
individualidad por completo para ser solo una habilidad más de Asaha en
la travesía de su vida.
Después de aquello fue encontrado por un maestro Taiji [5] el
cual tenía otras ambiciones, aquel hombre tenía otro discípulo quien le
admiraba más que a nadie.
Aquel hombre había sentido
un gran incremento de poder y criaturas llamadas Oni [10],
aquellos seres estaban alrededor de un niño
desvalido, el cual parecía morir lentamente, con su cabello largo y castaño oscuro, su cuerpo desnutrido, aquel
joven no le esperaba mucho tiempo de
vida a pesar de tener tan solo 10 años de edad.
-
Mis poderes estaban en lo cierto, encontré la
fuente de poder – miro incrédulo al joven – definitivamente había detectado un
gran incremento de Oni[10], pero que
un niño a su corta edad pueda
invocar a tantos- volteo a ver a un
pequeño de 12 años de edad –veamos qué podemos hacer – seguía mirando incrédulo
el cuerpo del pequeño del suelo y repuso su mirada a su discípulo quien tenía
el cabello por debajo del cuello de
color negro- ¿crees poder exterminarlos Daitaro? - seguía con
expectativas.
-
Claro
después de los otros fantasmas, estos de clase baja no son nada – dijo con confianza – ellos no podrán alzar un dedo hacia mi – sonrió levemente – porque yo
soy Daitaro el mejor discípulo del líder onmyouji [7]
TadaTomo Hamo – aquellos seres estaban decididos en atacar al joven aprendiz – shikigami
[15] yo te invoco – estilo
Hamo técnica onmyou tsuchigumo boushi –
apareció un ser terriblemente grande y
terrorífico.
La batalla comenzó, pero no contaba que venía otra clase de Oni[10] más poderosos a luchar también con su
shikigami[15] lo cual
eran aún más poderosos, sorprendido el joven siguió luchando, la batalla
parecía reñida hasta que el pobre Daitaro no pudo más y desistió siendo el
perdedor de dicha lucha el cual terminó por cansarlo.
-
Cometiste
un error Daitaro ¿no te he dicho que jamás
subestimes a tu enemigo? - aquel hombre
llamado Tadatomo frunció el ceño un poco enojado mientras alzaba la voz a
su discípulo.
-
Lo
siento Tadatomo-sama [16] – se inclinó ante él apoyando una pierna y
un pie en el suelo mostrando respeto ante él.
-
Por
otra parte este niño tiene gran potencial – entrecerró los ojos buscando alguna
señal de vida al verlo tan deteriorado –
ya veo este es Mappa Douji el niño que
mato al monje Densen, veo que hemos encontrado algo más valioso de lo que
pensábamos – sus intenciones eran claras en cada palabra.
Fue así como aquel pequeño el cual su verdadero nombre era Asaha, llego a una gran
casa de renombre, siendo vestido con las mejores ropas que cualquiera desearía
utilizar, siendo atendido por dos sirvientas que solo hablaban de lo hermoso y
gran onmyouji [7], algo que el
desconocía por completo.
Mientras las sirvientas hablaban de las grandes habilidades de un onmyouji
[7], siendo estas la adivinación,
el control de shikigami [15] siendo que todo eso
Tadatomo Hamo era un gran maestro y a la vez el onmyouji [7] de
confianza del emperador, Daitaro fue a ver como
el pequeño Mappa Douji se adaptaba a ese medio ambiente.
-
¿Qué
tal si dejas de tener esa aura tan
apática? Deberías estar agradecido con
Tadatomo-sama [16] por
recoger una rata callejera como tú– dijo Daitaro con seriedad – y conmigo soy tu superior después
de todo- seguía observando aquel que
miraba como rival ante su amo Tadatomo.
-
Quieres
decir que debo comportarme de cierta manera de acuerdo con las personas que
este ¿así como tú? – volteaba hacia los arboles – yo no puedo ocultar lo que
soy aunque vivir así sería fácil - su mirada era apagada y triste – no pienso
tener una vida larga realmente – seguía tan apacible como siempre.
-
¿Qué
dijiste?- Daitaro se lanzó a golpearlo.
-
Mappa
Douji se está probando la ropa que llevara para la ceremonia de exorcismo
de Oni [10] frente al emperador – llego Tadatomo de sorpresa
para detener la pelea - ¿realmente quieres arruinar unas prendas tan preciosas?
– su seriedad hizo que temiera Daitaro.
-
Le
ruego una disculpa nuevamente – Daitaro de hinco ante el tocando ambas piernas
el suelo.
-
Si
sigues comportándote así, creo que no podrás presentarte al emperador – seguía
apacible – no importa como vivas, pero un poco de cortesía es crucial en la
vida - frunció un poco el ceño, se
acercó a él rápidamente por detrás – ven a mi habitación un momento - el temor recorrió el cuerpo de Mappa Douji.
Lo siguió hasta llegar al
lugar acordado, era una habitación propia de un hombre de negocios, es decir, alguien que vive en Heian [1] y es acreedor seguro del emperador, tenía
lujos propios de la época aunque otros murasen de hambre.
-
Tu
pobre chico que no conoce el amor – lo miro fijamente - te voy a enseñar lo básico
de primera mano – con tan solo la mirada comenzó a evocar un gran poder.
El joven tenía miedo
de morir al sentir como la
serpiente lo estrujaba por completo, pero él no podía verlo, solo era aquella
sensación terrible que lo inmovilizara por completo.
-
Dime
de repente sientes miedo de morir ¿no es así? – se acercó por detrás del niño –
las personas cuando enfrentan la muerte por primera vez sienten el deseo de seguir viviendo por más tiempo –
seguía susurrándole al oído.
Fue en ese momento que Mappa Douji
se dio cuenta del miedo que tenía al morir, a lo desconocido, pero sobre todo el miedo que
sentía por aquel que le había recogido
de las calles, no podía sentirse agradecido, si no, más bien asustado de
ese inmenso poder del cual no era rival
y el cual simplemente temía.
Desde entonces Daitaro
debía estudiar junto con aquel nuevo
integrante que poco le agradaba, ambos
sentados uno a lado del otro. Fue entonces que se dio cuenta la facilidad de
Douji de escribir y pensó “Tadatomo le
enseño rápidamente a escribir y leer”
sin decir nada mientras seguía también en sus estudios.
-
No
fue Tadatomo quien me enseñó a escribir,
aunque no lo creas fue un Oni[10] - seguía apacible mientras seguía en
su trabajo de seguir practicado su escritura,
el otro pequeño volteo asustado – no
te preocupes no lo dijiste en voz alta, ese Oni[10] me dio la habilidad de poder leer la
mente – su mirada era triste tras recordar a su único verdadero amigo- así que tomate esto de cortesía, Tadatomo es
demasiado fuerte para mí que no puedo leer su mente así que deberías rendirte
con ese plan tuyo - siguió en su
escritura.
-
¿Qué?
– volteo completamente asustado aquel pequeño discípulo de Tadatomo.
Ambos salieron a pasear juntos, mientras Mappa Douji lo hizo solo
para despejar su mente, Daitaro tenía curiosidad de aquellas palabras dadas por
su kohai [17] al cual siguió
hasta un hermoso paisaje donde el rio pasaba despreocupado y los arboles daban
frescura al hermoso lugar donde vivían. El pequeño Douji le conto su historia con Ohachiyo aquel ser que fue su primer amigo,
quien le regalo momentos inolvidables y a su
vez aquella terrible habilidad de leer las mentes.
-
Ya
veo esa es tu historia - Daitaro lo
miraba incrédulo – veras yo no tengo ninguna historia ¿ves la marca en mi rostro?
Se recargo en el barandal
del puente mirando el agua fluir – todos quienes me miraban les parecía
aborrecible, a su vez comencé a ver toda clase de espíritus y fue cuando Tadatomo me recogió como discípulo -
volteo a verlo - ¿pero estas
seguro de pasar tiempo con un traidor
como yo? – se separó del barandal
lentamente.
-
Yo
no estoy de lado de ningún bando – repuso el joven de cabello largo –he
visto tantas cosas que no he querido ver gracias a mi poder, desde cosas hermosas como espantosas, abundancia y pobreza, por eso
estoy seguro de algo- miraba el fluir
del agua atentamente - aunque sus
intenciones sean malas o buenas la única
razón por lo que hacen algo es para satisfacerse a sí mismos – seguía sin
dedicarle una mirada a su acompañante.
-
¿para
sí mismas? – seguía incrédulo aquel joven de cabello corto por debajo de su
cuello.
-
Robando
cosas a otras personas, siendo caritativas, incluso en el amor – volteo hacia
el cielo con añoro – eso me dijo aquel Oni[10] – alzo su mano para
poder alcanzar lo inalcanzable, el deseo
de ver a su antiguo amigo –no me importa si quieres matar a todos los
humanos, pero el deseo de asesinarlos demuestra que tu también eres humano - en su mente estaba el recuerdo
de Ohachiyo – si es así entonces quiere sobrepasar la humanidad,
algún día después de sobrepasar a
Tadatomo-sama [16] quiero ver
el resto del mundo – sonrió levemente
Mappa Douji – solo quiero ser libre vaya a donde vaya, aun cuando
este encontrar de Dios y Buda – era la primera vez después de mucho
tiempo que abría sus sentimientos hacia alguien más.
-
No
sabía que eras tan divertido Mappa Douji- comenzó a reír Daitaro a tal revelación de su acompañante.
-
Bien
entonces déjame unirme a tu pequeña misión -
respondió Mappa con tranquilidad.
El día llego, aquel donde
se presentarían para la danza de Kagura [6], aquella que
con delicados movimientos se da
agradecimiento a los dioses pero a
su vez exorciza a los Oni [10] el vestuario
Estaba listo, Douji había
sido peinado con gran elegancia, algunos
podían confundirlo con una hermosa niña,
pero ante todo se sabía que quienes eran los discípulos de Tadatomo eran varones,
razón el
cual no era sorpresivo sus voces
ni la belleza de estos dos jóvenes aprendices. El mayor maestro era quien hacia
el baile con un abanico, siendo el más poderoso, mientras los discípulos como
secundarios de una obra apoyaban al
mayor con unos estandartes en el
baile haciendo ver como una maravillosa obra de arte.
-
¡Oh
tan agradable a la vista!- dijo uno de los observadores del espectáculo.
-
Este
es el baile asombrosamente elegante que esperaba
de Hama-Dono [12] - puso una
ligera sonrisa detrás de su abanico cerrado.
-
Con
esta ceremonia de exorcismos, con su belleza es seguro que todos los Oni
[10] se irán de una vez por todas
– menciono rebosando de felicidad.
-
Vaya
montón de cerdos superv – pensó Douji mientras seguía la coreografía a
pie de la letra – alabándose unos a otro, dejándose llevar por sus lujos
mientras fuera de la capital están sufriendo, sin darse cuenta su
comportamiento es quien atrae a los Oni [10] . Lo mismo para la
gente de la calle, no son más que un ganado viviendo una mentira sin hacer nada
al respecto- seguía los pasos del baile – es por eso que no estoy de lado de
ningún bando, pero si cada quien viviese
para sí mismo sabríamos quienes serían los verdaderos dueños del mundo - volteo
hacia Daitaro – y no me importaría tener más personas en este mundo con
los mismos poderes que yo, al menos de esa manera no sería tan malo vivir en este mundo tan podrido pero - tragó saliva un poco preocupado al recordar
antes de la ceremonia.
Daitaro estaba dispuesto hacer todo para que Tadatomo, había
confabulado con el enemigo de este para
hacer ver a su maestro cada vez como el mejor onmyouji [7] razón
que lo hacía subir de puesto cada vez más, podría parecer una traición, pero
era todo lo contrario, todo su amor hacia su maestro hacia cualquier cosa para
hacer que su maestro subiera su estatus
y estabilidad dentro del palacio.
-
Tadatomo-
sama [16] yo me encargo de esto -
se puso en guardia Daitaro.
-
Que
pasa con ese niño tan desagradable quiere arruinar el acto – dijo uno de esos
asquerosos hombres haciendo enojar a Daitaro.
-
Mantengan
la calma damas y caballeros un sinfín de Oni [10] han aparecido de
repente – grito eufórico - ahora me
permitirán ejecutar la ceremonia de exorcismo- desenvaino su espada - ¡vamos Oni [10] muestren su
verdadera forma! - apunto hacia
su primer discípulo quien le había acompañado tanto en las buenas como en las malas.
-
Tadatomo-
sama [16] - sin importar cuánto le amaba y confiaba en él,
recibió el golpe de la espada de su maestro en el vientre dejándole sin oportunidad de vivir
alguna.
-
Esto es todo Mappa Douji, he dedicado mi vida en ayudar a estos cerdos
para demostrar lo superiores que somos a
ellos- exclamo con recelo el maestro
después de haber atravesado por completo a su
discípulo más fiel – incluso uniendo fuerzas con Douma para nuestras
investigaciones, hoy veras nuestro fruto – sonrió con gran anhelo-
contempla el nacimiento de la
desesperación pura unión
de un humano con un Oni [10]
- se notaba la dificultad de retenerlo - Daitaro-Boushi el shikigami [15] humano – el pobre joven no podía creerlo, estaba
siendo utilizado por quien más confiaba en el mundo.
-
¡Daitaro!
– atino a decir Mappa al verlo malherido - ¡entran muchos Chimimoryo[18] por la herida en su cuerpo! – realmente
estaba preocupado por aquel que considero su primer amigo humano.
-
¿Qué
has hecho Tadatomo- sama [16]?- grito uno de los hombres – has
traído lo más inmundo a la capital, la muerte, enfrente del emperador, lo
pagaras - lo apunto con su abanico.
-
Justo
como se esperaba del ministro puede ver
a través de los demonios – agacho la cabeza – esta ciudad está llena de ellos y
han estado esperando la oportunidad para cazarnos y tomar venganza – miro a su alumno con cariño -
pero a pesar de ello fue mi aprendiz que fue poseído por ellos - unas lágrimas recorrían por su rostro – me siento apenado - no se
podía saber si sus palabras eran
completamente falsas pues el tiempo pasado siempre se guarda un delicado cariño hacia un ser aunque no importe
demasiado para quien había hecho tal acto
atroz- como su maestro es mi deber tomar responsabilidad de lo que está pasando - incluso sus lágrimas podrían tener algo de verdad pero sus actos hablaban por si
solos ante los demás.
-
¡Daitaro te respetaba más que a nadie! ¡¿cómo pudiste
hacerle esto?! – exclamó con gran furia Mappa poniéndose en guardia para atacar.
-
Estilo
Hamo técnica onmyou – volteo a ver a Douji - shikigami [15] Hakubjoshi Boushi - siguió con tranquilad – lo has notado Mappa
Douji, mis shikigami [15] están
a un nivel distinto a esos demonios dentro tuyo, los he domesticado en esos
muñecos de papel – seguía deteniendo al joven aprendiz- como puedes ver a
través de objetos puedes materializar a los espíritus – prosiguió el maestro
con elocuencia.
Mappa lo entendió a la perfección al recordar a su primer amigo Ohachiyo, cuando poseyó la espada rota con la cual venció al
hombre que mandó matar a su querida madre, cualquier espíritu podía
poseer algo físico para traer todo su poder al astrofísico y no solo quedarse
en lo espiritual, era lo mismo que estaban haciendo con Daitaro.
-
¡Yo
también puedo hacerlo! – grito con
euforia atacando a su maestro.
-
No
por nada te hice mi aprendiz y como el chico inteligente que eres espero te
comportes – menciono Tadatomo al invocar
a otros dos Oni [10].
-
¡Suéltame
si no ayudo a Daitaro! – la impotencia
hacia doler por completo el cuerpo y
alma del joven Mappa, era su primer
amigo humano, el único con el que pudo congeniar y ahora estaba en apuros.
-
Ya
estaba esto en mente cuando lo escogí,
no interfieras en mis planes Mappa Douji-
se dirigía hacia su nuevo
experimento -tu más que nadie sabes que no tienes oportunidad contra mí,
pero ya que tú también eres fuertes, lo único que puedo hacer es
velar por ti hasta ese día eventualmente
lo entenderás , lo absurdo
y racional que es este mundo – hablo con pasividad. - ¡Vamos Daitaro
muestra el resentimiento que tenemos en este mundo! - exclamo con alabanza a su nueva creación.
-
¿Qué
es eso? - todos los espectadores estaban
asustados al ver dichoso monstruo.
-
Al
fin , al fin - repetía una y otra vez – todos nuestros
frutos experimentando trajeron al primer
Oni [10] que puede verse en
un cuerpo humano que todos pueden ver –
su cara denotaba la locura en todo su
ser- es impresionante mi shikigami [15] humado Dai - toda pizca de cordura se había ido por
completo, el amor a su discípulo había desaparecido.
-
¡Esa
cosa aplasto a Tadatomo! ¡aplasto al
líder onmyouji [7]! -
todos salieron corriendo al ver que ni su creador podía en contra de esa bestia.
-
Los shikigami
[15] de Tadatomo han desparecido
- Mappa fue corriendo hacia su amigo
para salvarlo.
-
Debes
huir Mappa Douji al momento de desaparecer los shikigami [15] significa que ha muerto Tadatomo, nadie puede detener a Daitaro hasta
que su enojo disminuya - lo detuvo Douma
intentado salvar al prospecto de Tadatomo como el nuevo líder onmyouji [7].
-
¡Pero señor! -
Mappa estaba a toda disposición
de salvar a su amigo.
-
No
hagas que la muerte de Tadatomo sea en
vano, él lo quería desde el principio después de todo el rencor que retuvo
de este mundo es tan grande como
el tuyo, la capital estuvo tratando la muerte y la enfermedad como algo impuro,
su solución era pretender que no existía
– rió con un deje de rencor - es irónico
que Heian [1] se traduce como
la época de paz y tranquilidad solo es
una cortina de humo para resolver los problemas ignorándolos – tomo su máscara
–esa cosa es una masa llena de rencor que viene de las almas atormentadas que
no pueden descansar en paz, esta ciudad se lo merecía, vino más pronto de lo que se pensó ¿sigues sin entender Mappa
Douji? – se quitó la máscara – esta es una lucha para que esos bastardos dejen
de pisotearnos de que tomen el control sobre nosotros – se denotaba realmente
enojado.
-
¡Yamada
Douma! - exclamo sorprendido Mappa.
-
Ven
conmigo – tomo su mano con fuerza – debes sobrevivir ahora que Tadatomo no está para superarle - siguió con su propuesta.
-
¿ya
veo entonces? – rió con amargura –
ustedes están cortados con la misma tijera no importa que sacrificar mientras
tengan el poder – mostró una sonrisa irónica – ya que los conflictos en nuestro
mundo nunca se acaba – mostró los muñecos de papel de su maestro – yo quería derrotarte
Tadatomo- se mostraba confiado.
-
¡Los
talismanes de Tadatomo! – Douma parecía asustado – ¿qué crees que estás
haciendo? No tienes oportunidad contra ello -
grito con todas sus fuerzas.
-
Estilo Hamo técnica onmyou Goumachou Buku -
comenzó su batalla contra quien
fue su amigo.
-
¿ves?
Te lo dije lo único que hiciste es alimentar a nuestro enemigo con tus shikigami
[15] - se puso en modo batalla – maldita sea
chico si
te tengo que llevar conmigo lo haré – estaba dispuesto a lastimar a ambos- no poder hacerlo a tiempo -
estaba desesperado.
-
Bien,
estas bien Daitaro - recibió un golpe
Mappa de aquella bestia lastimandolo de gravedad- si no puedes vencerlos úneteles
lo mismo para este demonio – tomo el puño
de este con ambas manos- utilice a Genki
y Goki como señuelos a ver como hacías tus golpes. sonrió cansado –como están las cosas empezaras a absolver mis demonios
incluso si no quieres hacerlo ¿Qué crees que pasará cuando todos los
demonios dentro de mi entren a tu cuerpo? – parecía confiado de sus hazañas – si yo gano
tu serás mío – realmente no tenía la duda de perder ante ello.
-
Estás
completamente loco este chico, incluso
si su teoría es cierta si falla él-
no había dicho palabra alguna, solo estaba en los pensamientos del
propio Douma.
-
No
importa Yamada Douma – estaba completamente fuera de sus cabales – ¡Vamos
Daitaro! Si yo fallo entonces juntos
destruiremos este mundo - gritó con gran euforia.
Los resultados habían sido favorables para Mappa Douji, Daitaro había
cobrado conciencia y decidió formar parte de su amigo, estar unido a él como un demonio más, pues fue quien
realmente le amo después de todo, quien lo vio más que una herramienta y en
lugar de destruir este mundo, tomo la iniciativa de ver qué pasaba más adelante
siendo parte del poder espiritual de quien había sido su amigo en su vida
humana ambos volviéndose uno mismo siendo que Daitaro perdiera voz, pensamiento
y opinión para solo ser una herramienta de poder mas aunque realmente eso no le
dolía en absoluto pues formaría parte del poder de quien realmente le vio como
un ser humano, como un amigo.
-
¿Mappa
Douji? – la sirvienta lo buscaba de un lado
a otro esperando respuesta - ¡oh aquí
esta señor! – se inclinó detrás de él poniéndose de rodillas – le informo que
él ya está aquí – su voz era suave y tranquila.
-
¡Oh
no te molestes si solo está de visita! –
estaba recostado mirando al horizonte jugando con una mariposa –A propósito podrías
dejarme de llamar así, han pasado cinco años y ese nombre ya no es adecuado para
mí – dijo sin gran importancia.
-
Pero Mappa
Douji – ella no sabía cómo llamarle, sin nombre no podría dirigirse hacia él.
-
¡Oh creo que ya está en edad para pensar en tu
ceremonia de mayoría de edad! – un hombre elegante hablo desde atrás de la
sirvienta tapándose con el abanico en su boca.
-
¡emperador!- exclamó la sirvienta con sorpresa al verle.
-
¡Haz
lo que quieras si no me gusta
simplemente lo rechazare!- dijo sin importancia
el joven de 15 años.
-
No
puedo cambiarlo hasta que sea de tu
agrado, salvaste la capital de ese terrible monstruo, estoy en
deuda contigo, no hay palabras para agradecerte – hablo con propiedad –esta ciudad
es la cual guarda los tesoros del país y tú
eres un poderoso onmyouji [7] quien será un excelente
guardia de este país – mostraba su respeto ante el joven – maestro onmyouji [7]
Asakura Hao ¿te gusta? - esperaba
una respuesta positiva.
-
No
realmente – seguía sin dirigirle la mirada – rechazado.
-
¡Mappa
Douji!- exclamó la sirvienta avergonzada.
Al final al presentar a
Mappa ante la sociedad, su nombre fue cambiado
a Asakura Hao pues no hubo mejor nombre que satisficiera al joven de 16
años, razón por la cual también recordaba sus orígenes, su primer nombre y el
de su madre, así fue conocido por todo el mundo sin nunca saber cuál era
su verdadero origen y nombre.